Como la madera es un elemento natural puede ser susceptible a sufrir movimientos, que se vea afectada por la humedad o que aparezcan grietas.
Hay numerosos tipos de madera y para cada una serán necesarios unos cuidados, para la madera lacada como la de muchos muebles y puertas puede limpiarlos con una gamuza empapada en leche sin hervir, cuando estén secos, hay que pasarles otra gamuza. Si estos muebles han sufrido algún desperfecto puede pasar por la zona afectada una lija fina.
Para los muebles que madera barnizada que pueden verse afectados por los rayos del sol o por la humedad que puede formarse en las casas, si han perdido brillo, puede aplicarles una mezcla de alcohol, aceite de linaza y limón a partes iguales.
Si tiene en alguna de las habitaciones de su hogar muebles de madera encerada lo más recomendable es repasarlos con un paño mojado en leche caliente. Si las marchas son antiguas y no se van puede frotar con cenizas humedecidas y repasar con un paño seco. En cuanto a las manchas de vino, fruta o de café lo mejor es la esencia de trementina o su versión sintética, que es el aguarrás.
En caso de que los muebles sean de cuero hay que evitar mantener vivo su color y alejarlos de la exposición a la luz, para quitar el polvo solo hace falta un paño blanco y seco.
Aquellos muebles sin tratar, es decir, aquellos que tienen los poros abiertos, hay que quitar el polvo de la superficie con una aspiradora para después pasar un trapo húmedo. Si hay alguna mancha de grasa hay que espolvorear con polvos de talco y si se trata de manchas de cera, rascar con un cuchillo con cuidado.
